En el año 2005, un grupo de mujeres madres de familia, psicólogas y mujeres de negocios que de alguna forma habíamos sido tocadas por los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), con el deseo de ayudar a otros y aliviar el sufrimiento de personas de nuestra comunidad que estaban afrontando un TCA, decidimos unirnos y trabajar juntas en el tema.
Sabíamos que las los TCA son enfermedades crueles que afectan mente y cuerpo, que son difíciles de tratar y que pueden volverse crónicas o llevar a la muerte. Algunas de nosotros conocíamos la difícil y solitaria experiencia de tener un hijo/a sufriendo un TCA y no poder entender por lo que él estaba pasando.