¿Qué hacer si sospechas de un TCA?

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Si Ud. sospecha que un ser querido pueda estar sufriendo un TCA, no guarde el secreto.  Ser saludable significa aceptar y cuidar su propio cuerpo; alguien que no está comiendo suficiente; o está comiendo demasiado puede estar necesitando ayuda.  En forma tranquila y afectuosa dígale a  lo que Ud. está observando.  Usé el término “yo he observado o me he dado cuenta que…” y hágale ver que Ud. está preocupado.

 

Sugerencias de cómo abordar a la persona:

  • “Estoy preocupado por ti porque no te he visto comer mucho esta semana”
  • “Te escuché hablar sobre laxantes (o píldoras de dieta) y eso me preocupa”
  • “¿Estás bien? ¿Vomitaste después del almuerzo? Estoy preocupado por ti”

 

Escuche atenta y cuidadosamente a su ser querido; piense como puede estar sintiéndose; vergüenza o miedo; poco valioso y que la vida no vale nada; fuera de control.  El no comer o comer demasiado puede ser la forma en que la persona está afrontando sus problemas.

 

Es común que las personas que sufren Trastornos de la Conducta Alimentaria nieguen su situación o estado; que digan que no quieren hablar al respecto o que ellos resolverán el problema y regularán su ingesta de alimentos; pueden enojarse ya que siente miedo, vergüenza u otras emociones trastornadas.

 

Lo que hacen las personas que sufren de TCA  no es sano y produce temor, pero es necesario expresarles que nos preocupan y queremos que encuentren ayuda; que estamos con ellos.  Estas personas están peligro por lo que es necesario que las personas responsables por ellas (padres, esposos, amigos, consejeros) conozcan  la situación o sospecha y tomen acción inmediata al respecto.

 

El tratamiento en etapas tempranas es clave para la recuperación.

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Lo que se debe y puede hacer

 

  • Identificar las tempranas manifestaciones y síntomas de los TCA y tomar acción inmediata
  • Admitir que los TCA son enfermedades emocionales que pueden convertirse en enfermedades potencialmente mortales
  • Buscar asesoría e identificar un equipo de profesionales competentes y sensibles al tema
  • Buscar ayuda profesional, antes de confrontar al enfermo y convencerlo pacientemente de que debe aceptar la ayuda
  • La familia y/o amigos deben buscar asesoría para el manejo de la enfermedad
  • Mostrar interés y preocupación hacia la persona y sus sentimientos
  • Reconocer que la persona está enferma y no lo hace por llamar la atención o manipular
  • Reconocer que el enfermo está sufrimiento y acompañarlo
  • Permitir a la persona expresar sus temores y dificultades
  • Mostrar mucho amor y afecto aunque parezca que la persona no lo acepta
  • Ser pacientes y dar apoyo incondicional
  • Enfocarse en temas diferentes al peso y los hábitos alimentarios
  • Aprender a separar el TCA de la persona (la persona no es el TCA, sufre de un trastorno, está enferma)
  • Hablar de cosas ajenas a la comida, dieta, ejercicios, calorías, etc.
  • Enfocar la enfermedad (TCA) como algo pasajero

 

Lo que NO debe hacerse

 

  • Tomar medidas sin conocer a fondo los TCA
  • Tratar de resolver el problema sin ayuda profesional
  • Dar sermones al enfermo
  • Culpar al enfermo de estar provocando sufrimiento a otros
  • Hablar del tema a espaldas de la persona
  • Crear una guerra de poder tratando de convencer al enfermo de que tiene un problema y que necesita ayuda
  • Hacer comentarios positivos o negativos sobre la apariencia física de la persona u otras personas
  • Discutir sobre temas alimenticios con la persona enferma
  • Tener miedo a disgustar a la persona enferma
  • Rechazar o ignorar al enfermo
  • Entrar en discusiones lógicas, sobre quien tiene una mejor opinión o conocimiento acerca de los TCA

 

Sugerencias específicas para los profesionales

 

  • Trabajar en equipo y en coordinación con otros profesionales (indispensable).
  • No tratar de convencer a la persona que tiene un problema, la persona es quien determinará su problema.
  • Separar a la persona del trastorno
  • Enseñarle a la persona a separarse de su TCA
  • Reconocer que la persona tiene un problema emocional con consecuencias físicas
  • Recordar que el enfermo se siente abrumado y evitar preguntas que lo confundirán más
  • Comprender y explicar la función de los sentimientos y su relación con los TCA
  • No pretender convertirse en experto de la persona
  • No imponer sino convencer con explicaciones científicas y veraces
  • Ganarse la confianza del paciente

¿Qué hacer cuando te dicen o sospechas que tu hijo/a sufre un TCA?

Por: Beth Mayer, LICSW, Agosto 2018

Traducción y adaptación libre: Asociación Estima

Beth Mayer, LICSW, ha trabajado con TCA por 35 años, ha sido la Directora Ejecutiva de MEDA durante 16 años.  Es reconocida en los Estados Unidos de Norte América por su trabajo clínico con TCA e imparte conferencias por todo el país.  Además de tratar TCA, se especializa en tratar adolescentes y familias; Tiene un BS en Psicología Clínica de Quinnipiac Universty y un Master en Social Work Degree de Boston College.

A ningún padre le gusta escuchar que su hijo tiene un problema, y los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), como todos los desordenes mentales, llevan un estigma difícil de tolerar.  Desearía vivir en un mundo en donde tratáramos a los problemas de salud mental en la misma forma que tratamos las enfermedades físicas.

 

Si su hijo tiene un tobillo fracturado, sabría exactamente qué hacer y podría confiar en que él va a recibir los cuidados necesarios.  Desafortunadamente, ese no es el caso con los trastornos mentales como los TCA, por lo tano los padres tienen que informarse para entender que es lo que está pasando y poder navegar en el proceso de sanación.

Cada persona tiene experiencia y necesidades propias, pero hay un proceso que aplica casi a todos los padres que acaban de darse cuenta de que su hijo sufre de un TCA:

1. No entre en estado de pánico

Muchas de las veces los padres se enteran de que su hijo puede tener un TCA a través de los profesores, consejeros escolares, amigos o entrenadores deportivos.  Dependiendo quien reporte, el manejo puede no estar siendo el mas correcto.  Idealmente nos gustaría que el que reporta el TCA al padre manejara el tema con gentileza, compasión y preguntas informadas en vez de hacerlo de forma abrupta y con frases aterradoras.

 

Sin importar quien le reporto sobre el TCA, respire profundo y ponga los pies sobre la tierra. Para comenzar controle la vergüenza que lo embarga con esta noticia.  La primera reacción de muchos padres es de miedo, vergüenza y juicio; sean considerado con Ud. mismo, para comenzar puede que no sea cierto y, aunque sea cierto, no es culpa suya el no haberlo notado, muchos padres no lo notan. Las personas que sufren un TCA se esfuerzan por esconder los síntomas, especialmente a los padres, sin embargo, necesita estar alerta a un posible problema.

 

Pregunta a quien le reportó el problema el porque de sus sospechas.  Por ejm. ¿Que ha visto o notado fuera de lo normal? De ser posible pídale detalles específicos, esto le ayudará a Ud. a hacer su propia investigación sobre la salud de su hijo: algunos niños que sufren de TCA tienen hábitos de comida casi normales en la casa, pero comen desordenadamente fuera de esta; haga preguntas y escríbalas de tal forma que pueda pensar al respecto un poco más tarde, Ud. puede tener un alto grado de stress durante la conversación, por lo que escribir le puede ayudar a concentrarse y afrontar el problema.

 

No tenga miedo de llamar al reportero mas tarde para concertar una reunión en persona, de tal forma que pueda hacer preguntas una vez se haya calmado un poco más.  Si Ud. se los permite, las personas usualmente se sienten contentas de proveer la mayor información y apoyo posible.

 

Es posible que puede sentir mucha vergüenza, pero por favor este consiente de que Ud. puede ayudar muchísimo si su hijo realmente sufre de un TCA.  Ud. no causó el TCA; es algo que sucedió y Ud. tiene mucha fuerza para continuar y hacer lo correcto.

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2. Busque patrones

Una vez sospecha o le han dicho que su hijo sufre un TCA, busque patrones.  Una de las señales de alarma más grandes es un cambio abrupto en el peso corporal; esto puede ser una significativa perdida o ganancia de peso.  Vivimos en una cultura que aplaude cuando una persona pierde peso, sin embargo, cualquier perdida de peso en un adolescente puede ser una bandera de alarma.

 

El peso más saludable de su hijo es típicamente un incremento de peso parejo que comienza cuando nace, por lo que un cambio marcado en el peso corporal puede ser causa de preocupación. Sea muy cuidadoso acerca de lo que asume con respecto al cuerpo de su hijo, vivimos en una sociedad en donde erróneamente se cree que las personas que viven en cuerpos mas grandes no son sanas y que la perdida de peso intencionada es sana. Esto, simplemente no es cierto y entre más aprendemos al respecto, estaremos en mejor posición para ayudar a nuestro hijo.

 

Los TCA van mucho más allá de la ganancia o pérdida de peso.  Una persona con un TCA usualmente tiene creencias y pensamientos distorsionados acerca de su propio cuerpo y de la comida; a menudo un niño en riesgo, o que ya sufre un TCA, habla de que odia a su cuerpo, es posible que mencione que están “limpiando” sus comidas, lo que típicamente significa eliminando ciertas comidas como azúcar, carbohidratos y productos animales de su dieta.  Estos cambios no siempre llevan a un TCA pero, son una señal de atención.

 

Fíjese en los patrones durante y después de la comida; un niño coqueteando con un TCA o que ya lo tiene puede continuamente decir que “ya comió” o, que “no tiene hambre” cuando se sienta a la mesa; también puede notar que va al baño inmediatamente después de comer.

 

Busque comportamientos fuera de la comida y el tamaño de del cuerpo tales como ansiedad, autoestima baja y cambios con respecto a con quien se relacionan. Estos cambios no se identifican inmediatamente como síntomas del TCA, pero usualmente ocurren mientras el TCA se está fortaleciendo.

 

En general, observe a su hijo; vea si puede notar cambios alrededor de sus comidas, cuerpo, comportamientos y estados de ánimo; note si su hijo esta comiendo mas o menos, perdiendo peso, yendo al baño después de las comidas y comportándose de una forma diferente a como se comportaba antes. Escriba sus observaciones y hable con alguien, idealmente un profesional, antes de abordar a su hijo de tal forma que a la hora de hablarle Ud. tenga un mensaje claro.

3. No aborde a su hijo con cuestionamientos ni acusaciones

Los TCA son truculentos y secretivos.   Los padres que quieren acercarse a un hijo que posiblemente sufre un TCA deben hacerlo cuidadosamente, buscando la forma de evitar sentir miedo.  Esto es muy importante porque un TCA es manejado muy internamente por confrontaciones mal manejadas que pueden tener comorbilidad con otros desordenes y/o, pueden convertirse en más serios.  Es natural que el niño tome una posición defensiva, por lo que es mejor estar preparado.

 

Una vez tiene claro los patrones de los que vale la pena preocuparse, debe hablar de los mismos con su hijo, no espere a que tu hijo venga a Ud. o a que otra persona te confirme tus miedos.

 

En vez de llegarle con un “creo que sufres de un TCA, (anorexia, bulimia, trastorno por atracón, etc.)”, preséntele alguna información sobre los patrones que ha observado. Diga cosas como “he notado que siempre vas al baño inmediatamente después de comer, y eso me preocupa”. Concéntrese en los hechos y comportamientos y no en la apariencia física de su hijo.  No diga “he notado que has perdido mucho peso”, pero en vez puede decir “he notado que has cambiado tus hábitos alimenticios”.

 

Lo mas importante es no acusar ni culpar. Ud. necesita estar calmado y seguro cuando habla con su hijo sobre lo que ha observado y sus preocupaciones.  Luego escuche a su hijo; haga preguntas para abrir la conversación.  Si su hijo sufre un TCA lo mas probable es que se resista a recibir ayuda.  Cuando la persona sufre un TCA, este se vuelve como un salvavidas para ella y tiene terror de que se lo quiten.

 

Diga algo como “puede que no consideres que esto es gran cosa, yo estoy observándote porque me preocupa que tus conductas para comer han cambiado dramáticamente. Queremos que disfrutes de tu cuerpo y que disfrutes de tu comida y claramente no lo estas haciendo”.  Luego le mencionas cual es el siguiente paso.

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4. Encuentre ayuda

El siguiente paso es reunirse con un medico o psicólogo, llámelo anticipadamente y dígale cuales son sus preocupaciones.  Asegúrese de que el profesional tiene experiencia en el tratamiento de TCA y  que está informado.  Desafortunadamente, muy pocos médicos y psicólogos tienen entrenamiento en el área de los TCA por lo que necesitara pedir referencias para encontrar a alguien que haga un buen trabajo.  Un reto con que puede tropezar es que el medico piense que todos los TCA se ven iguales (perdida de peso).  Algunos médicos hasta pueden alagar el hecho de que un niño o joven haya perdido peso, alguien que se haya considerado con sobre peso durante toda su vida puede ser aplaudido por su doctor, cuya única meta es poner al joven en un rango de “peso normal”.  Esto es estar desinformado y es peligroso.

 

Si va primero a un psicólogo, tenga claro que el terapeuta debe debe recomendar un examen físico como primer paso para el diagnostico y tratamiento de un posible TCA.  Nuevamente, Ud. debe hablar con el psicólogo anticipadamente y asegurarse de que tiene experiencia en el tratamiento de TCA.  En ambos casos, Ud. debe ir a la primera cita con su hijo, lleve su lista y comparta sus preocupaciones sin acusar.

 

Su hijo puede o no estar en las etapas tempranas del TCA.  Los síntomas que Ud. observa pueden estar más relacionados con ansiedad o depresión que con un TCA declarado.  De todas formas, el tratamiento inmediato es necesario. Entre más temprano comenzamos a trabajar un desorden mental, las oportunidades de éxito en el tratamiento son mayores.  El TCA en tu hijo puede llegar a su vida y ser usado como un mecanismo de adaptación que puede ser tratado; entre mas largo se quede, el riesgo de que se vuelva persistente o crónico crece.

 

Busque apoyo para Ud. mismo.  Hable con profesionales que conocen de imagen corporal y TCA, lea sobre lo que debe hacer y lo que no debe hacer; confronte y trate sus propios miedos como padre.  Esta es una situación muy difícil para un padre, Ud. se merece compasión y comprensión.  Si siente que otros le echan la culpa por el trastorno, busque ayuda inmediatamente, Ud. necesita ser tratado por su propio trauma durante esta experiencia.

 

Lo que realmente quiero es que los padres sepan que los TCA progresan; son una forma muy efectiva para que sus hijos sufran tremendas cantidades de dolor; para que el TCA deje de progresar, su hijo tiene que reaprender como sentir dolor; el aprender a lidiar con el dolor es una parte importante del tratamiento; nuestros hijos tienen que aprender que pueden tolerar el dolor y vivirlo sin su TCA.  Esto es completamente posible y los padres pueden ser de grandiosa ayuda si están motivados y dispuestos incondicionalmente.