Otro día en mi doble cuarentena …
El coronavirus llego a nuestras vidas de golpe, sin avisarnos que pudiera llegar a hacer tanto daño al mundo. Un día nos levantamos y realizamos que no era broma, que muchas personas ya estaban contagiados y muchas otras habían fallecido. Cada día nuevas cifras, nuevos casos, nuevas normas, nuevas restricciones… la cuarentena física era evidente y había que cumplirla. De la misma manera el TCA reapareció en mi vida; sin esperarlo y creyéndome capaz de manejarlo sola sin ayuda profesional. Un día me levanté y algo había cambiado… mi mente ya no tenía solo una versión, sino que son dos versiones luchando entre sí por ver quién es más fuerte… creando mi cuarentena mental. En ese momento supe que ya había comenzado mi doble cuarentena.
Un día se cancelan las clases presenciales y comienza la cuarentena
otro mis mejores amigas deben irse de la residencia
otro enterándome de los diferentes problemas de mi casa
otro una amiga cae en depresión intensa, la apoyo y le ayudo a pasar sus ataques
otro me identifico con su poema de trastornos mentales,
otro empiezan a fluir pensamientos invasivos
otro empiezo con dietas restrictivas de azúcar
otro haciendo ejercicio con varias amigas de la residencia
otro sin poder verme al espejo
otro probándome todo el closet de ropa, intentando encontrar algo que me quede
otro comparándome con los cuerpos de las amigas que viven conmigo
otro llorando en todo momento
otro sintiéndome sola
Un día comienzan por fin las clases online con mucho por hacer
otro encerrada en la habitación
otro saltándome el desayuno, el almuerzo, la cena o todas.
otro que inician los vómitos esporádicos
otro escondida bajo el mismo sueter, pantalón ancho, camiseta floja y sports bra
otro con el espejo tapado
otro pegando notitas positivas o de ánimo
otro de conversaciones de dietas, ejercicios o tipos de cuerpos
otro sin poder sonreír
otro de sentirme incapaz de manejar esta situación
otro sin ganas de levantarme de la cama
otro sin poder subir las escaleras sin sentirme muy agotada
Un día decido buscar ayuda en mi mejor amiga que se ha ido
otro que me entero que ella padece un TCA y que no puede ayudarme
otro una amiga de fuera me hace contarlo a dos amigas de la residencia
otro que logro contarlo a la directora de la residencia
otro en el que se los logro contar entre lágrimas y vergüenza a mi familia
otro de buscar un psicólogo especialista al que pueda ir
Un día acepto que mis amigas y familia me ayuden
otro que definimos una estrategia de estar con ellas después de comer
otro le doy mi báscula a mi amiga
otro peleo con ellas por estar tan pendientes de mi
otro pesándome a escondidas
otro que aumenta mi ansiedad al ver mi peso
Un día finalmente voy a mi cita con el psicólogo
otro sin esperanzas de poder salir de aquí
otro sintiéndome en un agujero negro
otro de personas cercanas preguntándome cómo ayudarme
otro sin respuestas concretas
Un día descubro que daño a las personas que me quieren ayudar
otro gritándoles que me dejen en paz
otro llorando con ellos
otro pidiéndoles que me digan que todo estará bien
otro buscando un abrazo fuerte
otro evitando estar o hablar con ellos
otro preocupada por el gasto económico
Un día quiero tirar la toalla y perder la lucha conmigo misma
otro diciendo no puedo más
otro con pesadillas o sin poder conciliar el sueño
otro más diciéndome que la comida es mi enemiga
Una semana más vomitando todas las comidas
otro día más odiando como me veo
otro con un análisis médico con los resultados de azúcar alterados
otro con una nueva técnica de lucha del psicólogo
otro bajando a la playa en jeans
Un día vuelve mi mejor amiga a por sus cosas
en ese no puedo hablar con ella por su TCA
en ese decidimos no vernos para evitarnos daño
Un día intento apagar mi mente
otro sin poder pensar en los demás antes que en mi
otro más sin paciencia
Otro más concentrada en deshacerme de esta cuarentena mental que me afecta y daña más que la cuarentena física por coronavirus
Mi historia se resume así, con tantos días que pasan y que me concentro en enfrentarme día a día al TCA que tengo. Si puede servirle este texto a alguien como advertencia… no pienses que exagero al escribirla, es mucho más cruel de lo que puedes imaginar. Daña a todos tus seres queridos, pero sobre todo a ti mismo. Es demasiado fácil caer en ella, pero salir es infinitamente más difícil y debes tener paciencia y voluntad de ponerte bien. Vive el día a día, y ten siempre en cuenta que… hay días malos, otros buenos y otros incluso mejores.